TIJUANA.- En tan sólo 6 años el joven Miguel Angel Bujanda pasó de ser el encargado de cargar el portafolio del entonces candidato a la gubernatura  de Baja California Kiko Vega a ocupar las titulares de los medios locales como el ícono de la corrupción gubernamental.

El joven ambicioso no sólo acumuló una riqueza que se calcula en cerca de un millón de dólares en propiedades inmobiliarias en Tijuana, Mexicali y San Diego, California, así como autos, joyas y relojes de lujo que ha ostentado, sino que también durante la mayor parte de la administración de Kiko Vega acumuló poder político como el hombre más influyente en el gobierno estatal.

Pasó del ser el secretario privado, tomando atribuciones que le correspondían a otros miembros del gabinete hasta convertirse en el coordinador del gabinete, una especie de sub gobernador.

Luego, intentó recientemente buscar el amparo del fuero al pretender una diputación por la vía plurinominal,  misma que no logró siendo éste apenas en seis años su primer revés a una exitosa y sospechosa carrera ascendente en la política.

Hoy se asegura que Bujanda sería el primer funcionario del gobierno saliente en ser investigado por su sorprendente patrimonio amasado en unos cuantos años y de encontrársele responsabilidad sería así el mismo en ir a prisión. 

El patrimonio de este joven es ya analizado con lupa por el equipo del ingeniero Bonilla, quien requiere legitimizar su breve mandato de apenas dos años con acciones contundentes y el encarcelamiento de un ex funcionario es una buena manera  de hacerlo. 

Por lo pronto el caso de Bujanda es para muchos apenas la punta del iceberg, aunque en el caso de la corrupción gubernamental y la acumulación de poder e influencia el tema bien podría reducirse al hecho de que todos los caminos conducen a este personaje.